El año nuevo y yo

Lo típico de las navidades son el turrón, la lotería y los propositos para el año nuevo. Y yo, como ser humano mínimamente normal cumplía con las tradiciones. Pero esta vez ya no.

No quiero hacerme ni buenos ni malos propósitos: total para llegar a fin de año y deprimirme al ver que prácticamente no he cumplido ninguna de mis intenciones, he decido comerme las uvas y emborracharme como siempre, pero ahorrándome los pensamientos de niño bueno.

Y es que empiezo a tener una edad yo y ya no me engaño ni a mi mismo. Sé como soy y que las promesas son fáciles de hacer y difíciles de cumplir. Así que este 2007 me dedicaré a improvisar y a ver que sucede.

El Renacer y yo

Vuelvo. Sin prisas, en silencio, sin propaganda ni peticiones de visitas. Me da igual quien me lea, de hecho, es lo que debía haber hecho des de un buen principio.

Lo hago por necesidad, esa jodida necesidad de vaciar las entrañas, pero quiero esa intimidad de quién me conoce de lejos, de evitar verle la cara y tener que pasar cuentas de según que cosas. No creo que deba nada a nadie. Aunque veo que seguir enamorándose de quién no toca sigue saliendo caro. Jodidamente caro.