martes, marzo 28, 2006

El funeral y yo (... al fin el fin)

Estuve en la primera fila de la iglesia, derecho, dando la mano a todos los que venían a dar el pésame. Por fin todo había terminado y él y nosotros descansábamos.

Me di la vuelta y en medio de los bancos habían venido tres amigos, me esperaban de pie. Le di la mano a él, dos besos a la otra y ella me abrazó. En un instante mi cara afligida fue puro llanto, seguíamos abrazados, no quería soltarla y ella lo sabía. Apretó fuerte y duró una eternidad, hasta que mi sollozo se moderó.

¿Porqué? Sólo una lágrima se me había escapado, quería aguantar. Y lo estaba logrando. Pero rompe toda resistencia, consigue entrar dentro sin que me dé cuenta. Consigue que me abra sin tapujos, y aún no sé porque.

Agradezco que sea mi amiga.

martes, marzo 21, 2006

Mis recuerdos y yo

Me he dado una vuelta por mi bandeja del correo electrónico. Me fuí a la primera página y encontré correspondencia de hace muchos años. Encontré cosas que habitaban aletargadas en mi memoria. Principios y fines de varios de mis amores.

Y ya no me entristezco, esbozo una sonrisa melancólica y poco más. Fue precioso, pero sólo eso, fue y ya no es.

lunes, marzo 13, 2006

La Muerte y yo (sigue...)

Hacía casi tres semanas que no iba a ver a mi abuelo. Mi madre me lo recriminaba constantemente, creía que lo tenía olvidado, pero este no es la razón.

Odio verle así, me rompe por dentro y tengo que hacer verdaderos esfuerzos por no llorar delante de él. Y hoy ha sido un peldaño más, cuando me ha visto no me reconocía, sus ojos lo decían, sabía que habitaba en su memoria pero era incapaz de asociarme a nada, no podía darme un nombre, un nombre que es el mismo que el suyo. Ha cerrado los ojos y ha seguido respirando profundamente.

Al llegar a casa no he podido más, me he encerrado en mi habitación y he estallado. Mientras tecleo también lo hago.

Quem putas perisse, praemissus est (El que tú crees que ha muerto, no ha hecho más que adelantarse en el camino)
Contador de visitas