miércoles, abril 26, 2006

Mi carácter y yo

Por qué eres tan borde. La pregunta me sorprendió. No por su contenido sino por su sinceridad.

¿Qué hacemos para que seas tan borde con nostras? La segunda vino por mi silencio en la respuesta de la primera. No es culpa vuestra, dije al fin. Soy yo, que soy un tio bastante desgaradable.

Me sonrieron y se fueron. Eso es todo. Ni un maldito reproche, ni un ya te vale ni nada, simplemente sonrieron y se fueron. Eran dos y tienen dieciséis años, diecisiete a lo sumo; las veo cada martes y cada viernes prácticamente porque hacen castillos en la misma agrupación. Se portan bien conmigo y siempre procuran hablarme.

No es que lo haga expresamente, pero me sale así. Es esa maldita costumbre de querer distanciarme de todo y parecer un tipo frío y duro, e intentar encerrarme con armadura de todo lo que acontece a mi alrededor.

Lo que no entiendo es como algunas personas en vez de mandarme a la mierda, que es donde merecería ir, les despierta el interés y no quieran hacer otra cosa que buscar la hendidura por donde demontar mi compleja parafernalia.
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